Detrás de El Hobbit: Un viaje inesperado

Behind the Scenes, la sección no apta para todos los públicos. Absténganse quienes se conformen con los prodigios ilusorios del celuloide o los que prefieran quedarse en un mundo de ficción. Pasen y disfruten quienes aplaudan un buen trabajo de caracterización, los que se muerdan las uñas con la técnica de cada efecto especial y los adictos al CD 2 y a sus horas de material especial que acompañan a la película.

La cuenta atrás que empezó hace casi dos años, llega hoy al día 22. Dos patitos que se acercan al que será uno de los más recordados 14 de diciembre de la historia cinematográfica. A tres semanas para el estreno estrella de 2012, El Hobbit: Un viaje inesperado, muchos de los interrogantes que sobrevolaban esta trilogía están ya más que resueltos. La cantidad ingente de información que Peter Jackson ha facilitado desde que empezó a rodar la primera precuela, serviría para nutrir una enciclopedia. Con las imágenes del set, fechas, banda sonora, nuevas caras del reparto o formatos de rodaje inéditos, el director de la Tierra Media y Warner Bros, tenían asegurada su firma en cada noticia de cine que salía de las rotativas.

Pero, sin lugar a duda, Jackson conquistó la cima publicando en su perfil de Facebook unos videoblogs que hacían las delicias de los más curiosos. Se salen de la línea de reportajes “Making off” simplones que muchos directores difunden para acallar impaciencias. Son nada más y nada menos que 1 hora y 9 minutos, divididos en ocho videos, para sumergirte por completo en el entramado de esta superproducción. Posiblemente nos encontremos ante el mayor espectáculo tras las cámaras que se ha ofrecido antes del estreno de una cinta. 

Hay que saber encontrar la magia en los secretos revelados por Peter Jackson. Descubrir la fantástica Tierra Media en Nueva Zelanda; la transformación de unos estudios de Wellington en las Montañas Nubladas; cómo le dan vida a una llanura abandonada convirtiéndola en Bolsón Cerrado; adentrarse en una espesura normal y encontrar el Bosque de Lothorien; restaurar un cobertizo de hojalata en Rivendell; y reformar una fábrica de pintura para crear la habitación de Elron. La historia más corta e intensa de J.R.R Tolkien se materializa en nuestras pantallas como un libro abierto. 

Los videos nos muestran desde el taller de armas, hasta las caravanas de los actores. Desde el proceso de maquillaje y peinado de un enano, hasta el papeleo de la productora. Desde la toma de imágenes exteriores con un helicóptero, hasta los bocetos de criaturas fantásticas. Desde las montañas de trajes y prótesis, hasta Orlando Bloom como cámara. Desde la técnica 3D, hasta los agujeros decorados al milímetro de los hobbits. Desde Ian McKellen de gentleman británico, hasta Gandalf el gris. Pasando por el departamento de dobles, grabación de efectos especiales y momentos hilarantes del día a día del equipo.

Es difícil elegir entre los ocho y por falta de espacio en la entrada destacaré dos, aunque recomiendo ver todos. En el Tercer Videoblog nos introduce a los 13 nuevos y bizarros compañeros que acompañarán a Bilbo Bolson en el comienzo de su andadura. Ellos son los enanos Thorin, Gloin y Oin; Dwalin y Balin;  Bifur, Bofur y Bombur; Dori, Nori y Ori. A destacar las asombrosas caracterizaciones, imposible identificar a cada uno con su respectivo actor. 

El Quinto Videoblog se centra en  la localización de los exteriores que luego se utilizarán como escenarios de rodaje. Los majestuosos paisajes que más tarde darán lugar a la Tierra Media necesitaban una mención especial, y nadie como Peter Jackson para sacar partido a la belleza natural neozelandesa. A destacar el remember nostálgico de Elijah Wood.  

En definitiva, aunque no deja de ser una precursora técnica de marketing, invita a asistir a Hobbiton desde una posición nueva, y a acompañar a los seres de setenta centímetros más carismáticos de la literatura por la gran pantalla. Así que preparaos un segundo desayuno, bebed cerveza y fumad en pipa mientras disfrutáis de un material inédito lleno de aventura, al compás de los conocidos acordes de Howard Shore.